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Estándares de Diseño e Interiorismo

Cuando pensamos en estándares de diseño, específicamente de los arquitectónicos, podemos llegar a relacionarlo con conceptos muy “cuadrados” y sombríos, sin diseño arquitectónico y de interiorismo, ya que limitan un poco la creatividad y la flexibilidad que tenemos al momento de diseñar un espacio, pero se implementan con la intención de lograr varios objetivos, como lo son: la armonización de la imágen de la empresa, mejorar la calidad y el rendimiento en el diseño, ahorrar tiempo al arquitecto o ingeniero, entre otros.


Esto quiere decir que cuando se deben seguir estándares, ¿el interiorismo queda fuera de la ecuación?


El diseño arquitectónico no solo se trata de tendencias estéticas. Recientemente, los aspectos psicológicos del diseño arquitectónico han sido investigados y analizados más a fondo, el “diseño centrado al humano” ya es una estrategia que se ha convertido vital al momento de diseñar espacios funcionales, ya que promueve el bienestar y la felicidad del usuario, tras la pandemia del COVID, varias empresas se han adaptado para que sus estándares pudieran cumplir con cubrir estas necesidades.


Además, como se mencionó anteriormente, los estándares ayudan a establecer métodos de comunicación en las normas de diseño, pero es importante que estos también cumplan no solo con ser funcionales, si no con fomentar y cuidar el bienestar del usuario dentro del espacio.

El diseño no está limitado a los espacios residenciales y comerciales. Dentro del sector industrial la arquitectura de interiores es esencial ya que optimiza el espacio, mejora la eficiencia operativa y promueve la cultura empresarial.


Por instancia, la selección de colores puede afectar el estado de ánimo: azules y verdes promueven relajación, colores vibrantes como rojos y amarillos pueden energizar un espacio. Los niveles de iluminación y su calidad pueden reducir la fatiga visual y mejorar la concentración, afectando a tener un trabajo óptimo.


Muebles con cierta ergonomía promueven buena postura. Con esto, podemos concluir que el diseño arquitectónico y de interiorismo es esencial para generar o actualizar un estándar, ya que debe existir un estudio e investigación previa sobre las necesidades y actividades del usuario que vayan de acuerdo al objetivo de la compañía.

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