Incendios en industrias y comercios en México
- Juan Alberto Vázquez
- hace 3 horas
- 4 Min. de lectura
Los incendios en la industria y comercios en México representan un problema considerable. Según
datos de la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI); las
principales ciudades del país registran entre 4,000 y 5,000 incendios al año, de los cuales el 35% ocurre en plantas industriales y comercios.
Esto significa que más de 1,400 incendios ocurren en este tipo de instalaciones cada año, lo que
representa un riesgo significativo para la seguridad y la economía.
Las causas más frecuentes de estos incendios son variadas y pueden incluir factores como:
Instalaciones eléctricas: Cableados defectuosos, circuitos sobrecargados, entre otros.
Almacenamiento inadecuado: Los almacenes contienen gran cantidad de productos y materia
prima, algunos inflamables, incluyendo los materiales de embalaje, etc. El volumen considerable de estos materiales puede propagar rápidamente un incendio, lo que dificulta el control y extinción del mismo.
Errores humanos: A pesar de los avances tecnológicos, el error humano puede ser una causa
importante de incendios, por ejemplo:
Negligencia en el manejo de equipos.
Incumplimiento de los protocolos de seguridad.
Falta de mantenimiento de equipos y maquinaria.
Sistemas de protección contra incendio inexistentes o inadecuados.
Es importante que los propietarios y directivos de las empresas reconozcan estos riesgos y
adopten medidas para mitigarlos, y en los casos de alto riesgo, adoptar medidas de control y/o
extinción de incendios.
Las consecuencias de los incendios en negocios pueden ser catastróficas. Además del riesgo de
pérdidas de vidas humanas o lesiones, los incendios pueden causar daños materiales significativos,
interrupción de las operaciones comerciales por periodos de tiempo prolongados, pérdida de
empleos, y pueden tener un impacto negativo en la reputación de la empresa.
La prevención de incendios en la industria es esencial. Adoptar medidas que van desde la
instalación de sistemas de detección y alarma, hasta sistemas de control y extinción, como rociadores contra incendio u otros sistemas automáticos de extinción, pasando por la realización de inspecciones regulares de seguridad contra incendios, la capacitación de los empleados en la
prevención y atención de incendios, y el cumplimiento de las regulaciones y normas de seguridad
contra incendios, estas son algunas medidas necesarias para controlar estos riesgos en las
operaciones rutinarias.
De acuerdo con la firma SiiLA Market Analytics, aproximadamente el 45% de las naves industriales
de clase A y B cuentan con gabinetes de mangueras, mientras que un 28% tiene hidrantes, y un
23% rociadores.
Cabe destacar que estos datos no son excluyentes, ya que una nave puede contar con múltiples
sistemas de seguridad, como los extintores, usuales en las áreas de almacén y oficinas de las naves
industriales.
También es importante resaltar que el uso de sistemas contra incendio depende de las
características de las naves industriales y su giro u ocupación, lo que subraya la necesidad de
adaptar las medidas de seguridad específicas de cada actividad productiva.
En ese sentido, indican que el uso de hidrantes y mangueras es muy común en propiedades de
última milla, mientras que aquellas de uso logístico, almacenes, y manufacturero combinan los
hidrantes y rociadores.
Los sistemas fijos contra incendio disminuyen el riesgo de pérdidas humanas y materiales,
asegurando la continuidad operativa y la seguridad de las empresas. Por ello, su instalación es un
factor determinante en la clasificación de calidad de las construcciones industriales.
Los edificios equipados con sistemas automáticos avanzados, como rociadores automáticos y
detectores de humo, suelen recibir una calificación más alta que refleja un entorno más seguro y
resiliente para los inquilinos y sus operaciones industriales o comerciales.
Esta clasificación, a su vez, influye en la percepción del mercado y el valor de la propiedad.
Según SiiLA, las naves industriales de clase A suelen estar equipadas con sistemas de rociadores y
gabinetes de mangueras, lo que refleja un alto nivel de protección contra incendios. En cambio, las
naves de clase B suelen tener hidrantes y gabinetes, ofreciendo seguridad intermedia, mientras
que las naves de clase C suelen limitarse a los extintores, lo que indica un nivel de seguridad más
básico en comparación con las otras naves.
Normativas relacionadas.
A nivel nacional, la Norma Mexicana NMX-R-046-SCFI-2015 recomienda la instalación de redes
contra incendios e hidrantes en parques industriales, mientras que la NMX-S-066-SCFI-2015, de
carácter voluntario, establece especificaciones para sistemas de rociadores automáticos, la cual
incluye criterios de diseño basados en la normativa NFPA-13-2010.
A nivel internacional, normativas como las NFPA (National Fire Protection Association)
proporcionan directrices extensas de protección contra incendios en entornos industriales,
comerciales, e incluso residenciales.
NFPA 14 regula los sistemas de tuberías para hidrantes y mangueras.
NFPA-20 define los criterios de selección y operación de las Bombas contra incendio.
NFPA 24 establece los requisitos para la instalación y mantenimiento de redes principales contra incendio, para asegurar un suministro adecuado de agua para la extinción de incendios.
NFPA 13 detalla los requerimientos para el diseño e instalación de sistemas de rociadores automáticos (o sprinklers), incluyendo la distribución adecuada, densidad de descarga, diferentes tipos de soportes para tubería, etc, para controlar o extinguir un incendio.
NFPA 10 incluye pautas para la selección, instalación, inspección y mantenimiento de extintores portátiles.
Todas ellas aportan extensos parámetros para el diseño, instalación y pruebas, con el fin de
garantizar su funcionamiento esperado en caso de emergencia.
Reconociendo estas y otras necesidades en la construcción de las distintas ocupaciones de los
edificios, en PSP México disponemos de áreas especialistas en la aplicación de las distintas
normativas nacionales e internacionales en el desarrollo de ingeniería para diferentes tipos de
protección automática contra incendios en entornos industriales o comerciales, en todas las disciplinas del proyecto, adecuadas para cada actividad a que sea destinada la construcción,
aportando seguridad al personal que labora en ellas, además de aumentar el valor de la
propiedad.